¿CÓMO FUNCIONAN LOS CETES?

Los Cetes, clasificados como bonos, se distinguen por ser comercializados con un descuento respecto a su valor nominal, que es de $10 pesos. Esta peculiaridad significa que no generan intereses a lo largo de su vida. Esta estructura única brinda a los inversores la posibilidad de adquirir estos títulos a un precio más bajo o en descuento y beneficiarse de los rendimientos al momento de su vencimiento.

Aunque los Cetes son reconocidos por ser uno de los instrumentos financieros con menor riesgo en México, es esencial entender que su rendimiento puede ser más modesto en comparación con otras formas de inversión más arriesgadas. Sin embargo, es común que estos rendimientos superen la tasa de inflación, asegurando que, al menos, el capital invertido mantenga su poder adquisitivo a lo largo del tiempo. Este aspecto los convierte en una opción atractiva, especialmente en situaciones de aumento de las tasas de interés, como las que experimentamos en la actualidad.

Iniciar una inversión en Cetes es accesible para muchos, ya que se puede comenzar con tan solo 100 pesos. La transparencia en la inversión es otro aspecto destacado: la tasa de interés es fija y dependerá del plazo de inversión seleccionado. Esto brinda a los inversores la capacidad de calcular y proyectar con precisión los rendimientos que obtendrán al final del período.

La adquisición de Cetes se realiza a través de subastas, un proceso dinámico donde el precio de estos títulos puede variar. Este método proporciona un elemento de flexibilidad y oportunidad para los nuevos inversores. En resumen, los Cetes ofrecen una combinación única de seguridad, accesibilidad y transparencia en el mundo de las inversiones. Aunque su rendimiento puede ser moderado, su capacidad para preservar el valor del capital y adaptarse a los cambios en las tasas de interés los convierte en una opción valiosa para aquellos que buscan estabilidad y crecimiento gradual en su cartera de inversiones.